13. Si Dios existe y
es así poderoso como dicen, ¿ por qué no interviene para poner orden a este
mundo tan corrupto y depravado, para poner fin a toda iniquidad e injusticia? |
Porque
todavía no ha llegado el momento de poner un hasta aquí a toda suerte de
maldad, y de injusticia existente en este mundo. Podría limitarme a decirte solo
esto en respuesta a tu pregunta. Sin embargo quiero decirte algo más. |
Ahora,
que este mundo está lleno de maldad es un hecho claro a los ojos de todos, ¿
pero cuando y como se originó la maldad sobre la tierra? Ella tuvo su origen
miles de años atrás en el Jardín de Edén (que estaba establecido en oriente
cerca del rió Eufrates) y fue de esta manera. Dios el Creador de los
cielos y de la tierra y de todas las cosas que hay en ellos, después de haber
creado al hombre y haberle puesto en el Jardín de Edén para trabajarlo y
cuidarlo, le dijo: “De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de
la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás”. (Génesis 2:16-17), después de esto Dios hizo a la mujer
y la dio como ayuda al hombre. Mas he aquí que la serpiente antigua en cierto
momento se acercó a la mujer y con sus halagos consiguió seducirla para que
se comiera el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, y ella le
dio también a su marido el cual comió así como ella. |
Entonces
el primer hombre desobedeció a Dios, se rebeló a su orden, a consecuencia de
esto desde entonces en adelante todos los hombres nacieron pecadores, ó sea
tienden a hacer lo malo y entregados al mal desde su niñez. Esto está confirmado
de lo que dijo Dios en su corazón después de haber castigado el mundo de los
impíos con el diluvio en los días de Noé: “Yo no maldeciré más la tierra por
culpa del hombre, porque el intento del corazón del hombre es malo desde
su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.
Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y
el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche” ( Génesis 8:21-22). |
Entonces con la luz, de cómo acontecieron las cosas en el Jardín de Edén es necesario decir que Dios permitió que el pecado entrase en el mundo. Más bien es mejor decir que el pecado entró en el mundo por voluntad de Dios; obviamente nosotros sabemos que esto estaba en la voluntad de Dios porque Dios todavía antes de fundar el mundo había decretado mandar su Hijo a redimir al hombre de sus pecados (1 Pedro 1:20). ¿Cómo hubiera podido entonces predestinarlo a ser ofrecido por la propiciación de nuestros pecados? Pero la buena noticia es que Dios en la plenitud de los tiempos a mandado a su Hijo a redimir al hombre de su pecado y a reconciliarlo con Dios. Mas sin embargo a pesar que el Hijo de Dios haya venido al mundo para anular el pecado, el pecado continúa a existir en el mundo y de ello se ven por doquier sus frutos amargos. Mas su existencia tendrá fin, y será en el preciso momento que Dios decidirá eliminarlo de la faz de la tierra. Solo en aquel día la maldad cesará, y no antes. ¿Pero cuando será este tiempo? Según lo que podemos entender, este tiempo llegará después que Cristo habrá reinado sobre la tierra por mil años con sus santos. No antes que terminen estos mil años, porque aun es cierto que durante estos mil años Satanás será atado y arrojado al abismo y no tendrá posibilidad de seducir las naciones que vivirán en paz en la tierra, al final de estos mil años el diablo tendrá de nuevo la oportunidad de seducir las personas, de hecho está escrito: “Y cuando los mil años será cumplidos Satanás será suelto de su prisión y saldrá para seducir las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, Gog y Magog, y reunirlas para la batalla: El numero de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que las había seducidas fue arrojado en el lago de fuego y azufre, donde estaban también la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 20:7-10). Entonces si el diablo seducirá las naciones que tratarán de destruir los santos que estarán en la tierra, esto quiere decir que la maldad no habrá terminado para entonces. Pero aquellas naciones serán exterminadas y el diablo arrojado en el fuego eterno, y luego habrá lugar el juicio de los hombres (Apocalipsis 20:11-15). Después de esto Dios creerá un nuevo cielo y una nueva tierra, en los cuales habitará la justicia para la eternidad (2 Pedro 3:13). En esta nueva tierra en la cual no habrá mar, bajará la nueva Jerusalén, “el tabernáculo de Dios con los hombres; y Él morará con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios mismo será con ellos y será Dios de ellos; y secará cada lagrima de sus ojos y la muerte ya no será más; ni habrá más tristeza, ni grito, ni dolor, porque las cosas de antes han pasado” (Apocalipsis 21:3-4); “ Y ya no habrá ninguna cosa maldita; y en ella estará el trono de Dios y del Cordero; sus servidores le servirán, y ellos verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lampara, ni de luz de sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 22:3-5). Entonces es cuando Dios pondrá fin definitivo a toda forma de maldad. A Él sea la gloria ahora y para siempre. Amen. |