20. ¿Un ser humano que muere sin haber oído hablar de Jesucristo, o mas bien sin haber tenido la oportunidad de aceptar a Cristo, será condenado igualmente?

 

 

De lo que nos enseña la Biblia sí porque la condena se ha extendida a todos los hombres por medio del pecado del primer hombre (Romanos 5:18) y es removida sólo tramite Jesucristo, o sea es cancelada para aquellos que son en Cristo Jesús, los que han creído en Él. Pablo dice que no hay "alguna condena para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1) y si uno está en Cristo es una nueva criatura (2 Corintios 5:17).

Todos los demás, sin tomar en cuenta su raza, su religión, etc. y si han oído o no hablar de Cristo serán condenados. ¿No ha dicho Jesús que "quién no habrá creído será condenado?" (Marco 16:16) y ya que no se puede creer en Jesucristo sin haber oído hablar de Él: "¿y cómo creerán en aquél del cual no han oído hablar?" (Romanos 10:14) porque la fe viene con el oír y el oír la palabra de Cristo (Romanos 10:17), las personas que no oyen hablar de Él no pueden creer y ser salvas.

Sé perfectamente que esta respuesta a muchos no les gusta porque piensan que Dios condenando a alguien sin concederle la oportunidad de escuchar primero el mensaje del evangelio de la gracia de Dios, está siendo injusto. Quisiera, sin embargo hacerle notar a estas personas que Dios es libre sea de hacer gracia a quien quiera y sea de mandar en perdición a quien quiera y nadie le puede reprochar. Entonces el hecho que no haya oído el evangelio y vaya a perdición esto indica que éste estaba entre estos vasos de ira preparados para perdición a la cual Dios había decidido no hacer gracia. Entonces Dios no le ha hecho ningún agravio, solo no le permitió escuchar la buena nueva. Dios no ha permitido que ellos escucharan el evangelio para que no fueran salvados, siendo vasos de ira preparados para la perdición. Va dicho además que hay vasos de ira preparados para perdición a los cuales Dios permite escuchar el evangelio, también éstos no creen y entonces van en perdición igualmente. Dios sabe perfectamente que en su caso no lo aceptaran sin embargo permite igualmente que escuchen el evangelio.

En contestar esta pregunta entonces no se puede no hablar del propósito de la elección de Dios que depende totalmente de Dios. ¿Por qué? Porque la razón por la cual muchos van en perdición (independientemente que si tienen o no la oportunidad de escuchar el evangelio) es porque no están incluidos entre los vasos de misericordia preparados por Dios para la gloria. Y entre éstos también están aquellos que van en perdición sin haber oído hablar de Cristo. Pero aquellos que son entre los elegidos a salvación, antes de la fundación del mundo, no importa en que parte del mundo estén, ni su estado social y cultural, no importa si todavía no han oído de Jesucristo o ya escucharon de él, para ellos llegará el día en el cual creerán en Jesucristo. Si están entre los que todavía no han oído de él, Dios de algún modo les hará llegar el mensaje del evangelio para que crean y sean salvos; si son de aquellos que ya han oído hablar de Cristo Jesús mas todavía se resisten a Dios, vendrá el día en el cual Dios les abrirá el corazón al amor de la verdad para salvarlos. Nosotros queremos estar entre aquellos que Dios usará para hacer llegar el Evangelio a los perdidos, entre los cuales sabemos por cierto que algunos aceptaran el Evangelio. ¡Lejos de nosotros la flojera!, ¡Lejos de nosotros! el pensar que es inútil evangelizar a los perdidos porque no es así, de hecho entre aquellos que de alguna manera oirán el Evangelio de nuestra boca habrá algunos a los cuales Dios les abrirá el corazón para que sean salvados. No descuidemos esta responsabilidad que tenemos como hijos de Dios, como hijos de luz.

 

 

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