21. ¿ No crees que al final Dios en su gran misericordia salvará a todos?

 

 

No, no creo para nada una cosa así porque es contraria a la enseñanza de las escrituras la cual en muchas ocasiones y de diferentes maneras dice que muchos seres humanos serán condenados. Jesús, por ejemplo ha dicho que "ancha es la puerta y amplio el camino que lleva a la perdición, y muchos son aquellos que transitan por ella" (Mateo 7:13); que cuando Él vendrá en su gloria con todos los ángeles dirá a los que pondrá a su izquierda: "¡aléjense de mí, malditos, en el fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles! Porque tuve hambre y no me dieron de comer; tuve sed y no me dieron de beber; fui extranjero y no me recibieron; desnudo y no me vistieron; enfermo y en la cárcel y no me visitaron. Entonces ellos le contestarán, diciendo: Señor, ¿cuándo te hemos visto haber hambre, ó sed, o ser forastero, ó desnudo, ó en la cárcel, y no te hemos asistido? Entonces les contestará: en verdad os digo que en cuanto no lo han hecho a uno de estos pequeños, no lo han hecho a mí. Y estos se irán a castigo eterno…" (Mateo 25:41-46) y que, quien no habrá creído al Evangelio será condenado (Marcos 16:16), y quienes han actuado mal en aquel día resucitarán para juicio (Juan 5:29). Pablo dice que Dios dará "a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad mas bien a la injusticia, ira e indignación. Tribulación y angustia sobre toda alma de  hombre que hace lo malo; del Judío primero y luego del no judío " (Romanos 2:8-9); que el final de los enemigos de la cruz es la perdición (Filipenses 3:19); y que Dios "queriendo manifestar su ira y hacer conocer su poder, ha soportado con mucha paciencia a los vasos de ira preparados para la perdición" (Romanos 9.22). Pedro dice que "los cielos de ahora y la tierra, por la misma Palabra son custodiados, siendo reservados para el fuego en el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos" (2 Pedro 3:7). Juan dice que en la visión en la isla de Patmos oyó Aquél que está sentado sobre el trono decir las siguientes palabras: "Quien vencerá heredará éstas cosas; y yo le seré Dios y él será mi hijo; mas para los cobardes, los incrédulos, los abominables, los homicidas, los adúlteros, los brujos, los idólatras y a todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiente  de fuego y azufre, que es la muerte segunda" (Apocalipsis 21:7-8) y que en el día del juicio si alguien no será encontrado escrito en el libro de la vida será aventado en el lago de fuego y azufre que es la muerte segunda (Apocalipsis 20:15).

 

 

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